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Diferencia entre revisiones de «Historia de la Zona Registral N° X - Sede Cusco»

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[[Archivo:ZR 10 - 06 - Monasterio de Santa Catalina.jpg|left|thumb|El monasterio de Santa Catalina fue fundado en 1604 y se terminó de construir en 1643|300px]]
[[Archivo:ZR 10 - 06 - Monasterio de Santa Catalina.jpg|left|thumb|El monasterio de Santa Catalina fue fundado en 1604 y se terminó de construir en 1643|300px]]
A finales de  enero de 1600, la violenta erupción del volcán Huaynaputina no solo afectó a Moquegua, la ciudad que lo cobija, sino que cubrió de cenizas y polvo el cielo arequipeño. Lo oscureció por más de siete días dañando y destruyendo el campo y la urbe. Dos semanas después, el 19 de febrero, por efectos de la erupción, un terremoto (cuya réplica más fuerte tuvo lugar el día 28 del mismo mes) dejó en ruinas a gran parte de Arequipa. Como si el castigo no hubiese sido suficiente. Esos desastres, quién lo diría, originaron la creación del monasterio de Santa Catalina de Siena en el Cusco.
A finales de  enero de 1600, la violenta erupción del volcán Huaynaputina no solo afectó a Moquegua, la ciudad que lo cobija, sino que cubrió de cenizas y polvo el cielo arequipeño. Lo oscureció por más de siete días dañando y destruyendo el campo y la urbe. Dos semanas después, el 19 de febrero, por efectos de la erupción, un terremoto (cuya réplica más fuerte tuvo lugar el día 28 del mismo mes) dejó en ruinas a gran parte de Arequipa. Como si el castigo no hubiese sido suficiente. Esos desastres, quién lo diría, originaron la creación del monasterio de Santa Catalina de Siena en el Cusco.
 
[[Archivo:ZR 10 - 07 - El histórico registro del monasterio de Santa Catalina en el Cusco.jpg|right|thumb|El histórico registro del monasterio de Santa Catalina en el Cusco|250px]]
Ocurre que, alrededor de 1595, el capitán Gerónimo Pacheco, padre de Isabel de Padilla, monja y segunda priora del único monasterio de religiosas mujeres que había en Arequipa, el de Santa Catalina de Siena —fundado en 1579 por María de Guzmán—, decidió asignar una buena cantidad de dinero para la creación de otro monasterio, también de la orden dominica, pero bajo la advocación de Nuestra señora de los Remedios. Si bien las monjas que ya habitaban Santa Catalina, sobre todo su fundadora y otras importantes autoridades de Arequipa, se opusieron a ello porque, entre otras cosas, no querían que tanto Isabel de Padilla como otra hermana salieran de Santa Catalina para trasladarse al nuevo cenobio, y porque este perjudicaría la entonces alicaída economía del monasterio existente la monja Padilla llegó a abrir el nuevo convento en 1599.
Ocurre que, alrededor de 1595, el capitán Gerónimo Pacheco, padre de Isabel de Padilla, monja y segunda priora del único monasterio de religiosas mujeres que había en Arequipa, el de Santa Catalina de Siena —fundado en 1579 por María de Guzmán—, decidió asignar una buena cantidad de dinero para la creación de otro monasterio, también de la orden dominica, pero bajo la advocación de Nuestra señora de los Remedios. Si bien las monjas que ya habitaban Santa Catalina, sobre todo su fundadora y otras importantes autoridades de Arequipa, se opusieron a ello porque, entre otras cosas, no querían que tanto Isabel de Padilla como otra hermana salieran de Santa Catalina para trasladarse al nuevo cenobio, y porque este perjudicaría la entonces alicaída economía del monasterio existente la monja Padilla llegó a abrir el nuevo convento en 1599.
 
[[Archivo:ZR 10 - 08 - Partida Registral N° 02027114, Tomo 93, foja 249.jpg|right|border|200px]]
Dos años después de los mencionados desastres y para colaborar con la recuperación de la ciudad, el obispo de Cusco Antonio de la Raya —bajo cuya jurisdicción estaba Arequipa— ordenó el traslado a esa ciudad de las pocas monjas que a ese punto poblaban Nuestra Señora de los Remedios, y otras tantas de Santa Catalina, con el fin de fundar allí un monasterio dominico. Se cerraron así unas puertas para abrirse otras y en lugar privilegiado. Y es que el monasterio cusqueño se erigió sobre un acllahuasi o Casa de las Vírgenes del Sol. Su fundación se llevó a cabo en 1604 y su construcción se terminó en 1643.  Después del  terremoto de 1650, el monasterio tuvo que reconstruirse casi en su totalidad, quedando completamente rehecho en 1669.
Dos años después de los mencionados desastres y para colaborar con la recuperación de la ciudad, el obispo de Cusco Antonio de la Raya —bajo cuya jurisdicción estaba Arequipa— ordenó el traslado a esa ciudad de las pocas monjas que a ese punto poblaban Nuestra Señora de los Remedios, y otras tantas de Santa Catalina, con el fin de fundar allí un monasterio dominico. Se cerraron así unas puertas para abrirse otras y en lugar privilegiado. Y es que el monasterio cusqueño se erigió sobre un acllahuasi o Casa de las Vírgenes del Sol. Su fundación se llevó a cabo en 1604 y su construcción se terminó en 1643.  Después del  terremoto de 1650, el monasterio tuvo que reconstruirse casi en su totalidad, quedando completamente rehecho en 1669.